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Sobre el Cartel de las fiestas colombinas de 1992 y la evolución de los carteles por lo general.
El Cartel de las fiestas colombinas de 1992 de es un medio de la publicidad. Se basa en una lámina de papel, cartón o bien otro elemento que se imprime con algún género de mensaje visual (texto, imágenes y todo tipo de recursos gráficos) que sirve de noticia para difundir una información o promocionar un servicio, un acontecimiento, una reivindicación o bien cualquier clase de causa.
Suelen ser parte de una campaña de publicidad más amplia. Si son de gran tamaño se denominan valla publicitaria.
En distribución, los carteles de las ferias colombinas de 1992 se ponen tanto dentro de un establecimiento comercial como en su exterior o en el escaparate, con el objetivo de anunciar los espectáculos y atracciones previstas en el año en desarrollo.
Los carteles también se emplean para poner el nombre de departamentos y secciones con el fin de orientar a la clientela. En los dos casos, suelen incluir el logotipo y los colores corporativos de la cadena de distribución.
Los carteles se emplean en el marketing para divulgar y apoyar campañas comerciales dentro del establecimiento (como las rebajas o bien promoción de todo tipo).
Normalmente, se colocan pegados en las paredes, muebles o cabeceras de góndola, sobre pies metálicos o bien colgados del techo.
Los carteles asimismo sirven para anunciar espectáculos o eventos culturales (conciertos, recitales, encuentros deportivos, películas de cine, obras teatrales, ferias colombinas, exposiciones o bien cartel taurino.
En tales casos, se encolan en las paredes de las construcciones donde tendrán sitio el evento o bien otros lugares de la urbe habilitados al efecto. (Recinto colombino)
Además de la cartelería publicitaria, existe una larga tradición de cartelería de propaganda política, que se usa con profusión durante las campañas electorales, donde impresos de todo tamaño (folletos, carteles y vallas promocionales) difunden las fotos de los aspirantes, el logotipo de los partidos y los eslóganes electorales.
El cartelismo político fue singularmente importante en la primera mitad del siglo XX, sobre todo durante el periodo de entreguerras (mil novecientos catorce-mil novecientos dieciocho). El cartelismo bélico fue muy empleado en ambas guerras mundiales.
Póster es una palabra española de origen inglés (poster, sin tilde), admitida en el DRAE como término para referirse a los carteles que han perdido su inicial función publicitaria para administrar únicamente como medio de expresión artístico.
Como cartel colombino, un póster está, diseñado para ser puesto en una pared o en una superficie vertical.
En él se incluyen imágenes de cualquier clase (grabados, dibujos o bien pinturas de cualquier técnica, fotografías, etc.), elementos gráficos y textos (cuya disposición y tipografía tienen una función importante).
Principalmente son y han sido un medio de publicidad, protesta y para lanzar mensajes de todo tipo. Asimismo son utilizados para reproducir obras artísticas, resultando en una forma económica de decoración, que convierte a las obras de arte más conocidas en objetos de consumo de masas. Otros sirven como recurso educativo en el ambiente escolar.
Los carteles y pósteres antiguos o creados por artistas de fama, alcanzan en el mercado altas cotizaciones, al ser de interés para el coleccionismo. Esto sirve para trabajos como descripciones de artistas conocidos
La enorme revolución del cartelismo llegó con la aplicación de la litografía y la utilización del color, que permitieron ilustrar de un modo vibrante y con mayor impacto.
En la década de 1960, con el pop art, los movimientos contraculturales y juveniles, se usaron ampliamente los carteles y pósteres.
Desde la 1ºGM los carteles de reclutamiento y de propaganda política se volvieron muy comunes, y muchos impactaron en las conciencias de la nación, como el estadounidense I Want You (El Tío Sam te precisa), o bien el británico Loose Lips Sink Ships (Charlar sin cuidado hunde navíos), que advertía de los espías.
Los totalitarismos del periodo de entreguerras (Unión Soviética, Italia fascista, Alemania nacionalsocialista) emplearon el cartel como un medio eficiente de adoctrinamiento de la población. La guerra civil de España presenció una superación creativa de cartelistas en ambos bandos.
Las imágenes de pin-ups anónimas o bien conocidas, como Betty Grable y Jane Russell, se reproducían incluso como decoración de bombas y aviones a lo largo de la S. Guerra Mundial, con el objetivo de elevar la moral de los soldados.
Convertidas en pósteres (cheesecake poster o bien "póster de queso"), pasaron a ser un objeto de consumo de jóvenes en las décadas siguientes, si bien para la temporada de la Guerra de Vietnam ya había disminuido su empleo bélico.
En su vertiente civil, vinculada al fenómeno fan, siguieron siendo comunes hasta la década de 1980 con las estrellas de la televisión de Estados Unidos.
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