La Consejería de Medio Entorno y Ordenación del Territorio de la Junta de Andalucía ha devuelto a su hábitat natural once caracolas o bien bocinas (Charonia lampas) recuperadas tras su decomiso en el Mercado del C. de la capital.

La suelta de los ejemplares de esta especie, cuya atrapa y comercialización está prohibida al estar considerada como frágil en el Catálogo de Especies Conminadas tanto a nivel regional como nacional, se generaba tan solo un día siguiente de su rescate, una vez comprobado que su estado de salud no había sufrido ninguna mengua, ha informado la Junta en una nota.

La actuación, en la que los técnicos del departamento de Geodiversidad y Biodiversidad de la Junta de Andalucía y los agentes de Medio Entorno han contado con la cooperación del vendedor, se generó una vez que un ciudadano alertara de la presencia de caracolas de importante tamaño en el mercado onubense.

La Administración andaluza recuerda la relevancia de la concienciación de la sociedad en este sentido, en tanto que la venta de este gasterópodo, por una parte, pone en riesgo la subsistencia de la especie y, por otro, acarrea peligros para la salud pública, al llegar a la mesa del consumidor sin pasar ningún control de seguridad alimentaria.

A causa de la liberación, en la que intervino asimismo la asociación Chelonia, la Consejería de Medio Entorno y Ordenación del Territorio prevé incidir en la protección de la caracola o bien bocina a través de el refuerzo de las inspecciones periódicas tanto en los mercados como en las propias lonjas del litoral onubense. Todo ello, unido a la apuesta por la información y la sensibilización de los profesionales del campo, los mercaderes y la ciudadanía por lo general a fin de que descarten la venta y el consumo de este molusco.

Caracola o bien bocina

La caracola o bien bocina (Charonia lampas) es el gasterópodo con la concha de mayor talla del Mediterráneo. Alcanza, en verdad, un tamaño de entre veinte y treinta centímetros que, a veces, puede llegar hasta los cuarenta. Se trata de un enorme predador de hábitos primordialmente nocturnos que se nutre, de forma especial, de equinodermos.

Aunque se halla en todas y cada una de las provincias de Andalucía, su población solo es parcialmente rebosante en Cádiz y Málaga. Los estudios apuntan a un predominio general de los ejemplares medianos y pequeños, lo que apoya la hipótesis de una retirada selectiva de los grandes por la parte de buceadores y pescadores.

La extracción ilegal acostumbra a tener como fin la venta de su carne o bien, sencillamente, la busca de un trofeo dado el atrayente de su concha, grande, sólida y robusta y, por norma general, de color blanquecino, si bien es variable, con máculas castañas irregulares en los cordones espirales y con los nódulos claros.

Al lado de estos ejemplares, asimismo se acostumbran a comercializar de forma ilegal como caracolas genuinas otros gasterópodos como la Ranella olearia o bien el Buccinum undatum, tal como otro más extraño en el Mediterráneo como es el tritón de trompeta (Charonia variegata), en riesgo conforme el Libro Colorado de los Invertebrados de Andalucía.