El Servicio Provincial de Drogodependencias y Adicciones (SPDA) de la Diputación de Huelva aceptó a tratamiento a lo largo de el año pasado dos mil catorce a un total de mil ciento tres personas, conforme recoge la Memoria de dos mil catorce de tal servicio.

El perfil sociodemográfico de estas personas es el de un hombre de treinta y cinco años, en situación de desempleo, con estudios primarios o bien inferiores, que accede a los centros de tratamiento por iniciativa propia, conforme ha detallado por medio de un comunicado la Diputación.

Un ochenta y tres con nueve por ciento del total de estas admisiones fueron hombres, al tiempo que un dieciseis con noventa y uno por ciento fueron mujeres, porcentaje afín al del resto de Andalucía y "sin diferencias significativas" en relación con los datos del año dos mil trece, conforme explica la Diputación.

La edad media en la que las personas demandaron tratamiento en la provincia onubense fue de treinta y cinco,06 años, siendo mayores las edades en los usuarios de tabaco y alcohol, y más jóvenes en los demandantes por consumo de cannabis y coca.

Con respecto a la situación laboral de estas personas, la Memoria apunta que un cincuenta y seis con cuarenta y uno por ciento se hallaban desempleadas en el instante de demandar tratamiento, y el conjunto más abundante lo conformaron, con un sesenta y nueve con cuarenta y cuatro por ciento, las personas con estudios primarios o bien inferiores, que accedieron a los centros por iniciativa propia, en un cuarenta y cinco con sesenta y cuatro por ciento de los casos. La familia o bien amigos fue la segunda fuente de referencia para acceder a tratamiento, seguida de los servicios sanitarios, las instancias judiciales y los servicios sociales.

Del análisis del modelo de convivencia se desprende que la mayor parte de las personas aceptadas a tratamiento el año pasado en los centros del SPDA convivían con sus familias de origen en un treinta y nueve con cincuenta por ciento de los casos, con familia propia en un veinticinco,09 por ciento; y solos, en un trece con diecinueve por ciento del total.

La edad media de comienzo del consumo de substancias por las que estas personas fueron aceptadas a tratamiento el año pasado es otra de las variables reflejada en la Memoria. De este modo, las que lo hicieron por heroína y "rebujao" empezaron el consumo a los veinte con setenta y seis años de media; por coca a los veinte con cuarenta, por tabaco a los quince con noventa y ocho, y por cannabis a los quince con sesenta y seis años de media. De la misma forma, el primer consumo de alcohol se generó a los dieciseis con diez años; y el comienzo en el consumo desmesurado a los veintiseis con treinta y tres años de media.

Los tratamientos precriptos a las mil ciento tres nuevas admisiones del año dos mil catorce se efectuaron a través de la deshabituación mediante terapias, en un sesenta y cinco con diecisiete por ciento, la desintoxicación domiciliaria en un doce con sesenta por ciento, y la realización de controles toxicológicos en un doce con veintiseis por ciento de los casos.

El año pasado, en el cinco con setenta y cinco por ciento del total de admisiones se prescribió el programa de metadona, ascendiendo al treinta y dos con cincuenta por ciento en las personas aceptadas a tratamiento por consumo de heroína y "rebujao", y al veinticinco por ciento por otras drogas.