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Sobre el Cartel de las ferias colombinas de 2000 y la historia de los carteles por lo general.
El Cartel de las ferias colombinas de 2000 de es un medio de la publicidad. Se basa en una laminilla de papel, cartón u otro elemento que se imprime con algún género de mensaje visual (texto, imágenes y todo tipo de recursos gráficos) que sirve de anuncio para propagar una información o promocionar un servicio, un evento, una reivindicación o cualquier género de causa.
Suelen formar parte de una campaña de publicidad más extensa. Si son de gran tamaño se llaman valla publicitaria.
En distribución, los carteles de las ferias colombinas de 2000 se ponen tanto en el interior de un local comercial como en su exterior o en el escaparate, con el fin de anunciar los espectáculos y atracciones previstas en el año en desarrollo.
Los carteles asimismo se usan para colocar el nombre de departamentos y secciones con el fin de orientar a la clientela. En ambos casos, acostumbran a incluir el logotipo y los colores corporativos de la cadena de distribución.
Los carteles se usan en la mercadotecnia para difundir y apoyar campañas comerciales dentro del establecimiento (como las rebajas o promoción de todo tipo).
En general, se ponen pegados en las paredes, muebles o bien cabeceras de góndola, sobre pies metálicos o colgados del techo.
Los carteles también sirven para anunciar espectáculos o eventos culturales (conciertos, recitales, encuentros deportivos, películas de cartel cinematográfico, obras de teatro, ferias colombinas, exposiciones o bien corridas de toros.
En dichos casos, se encolan en las paredes de los edificios donde van a tener lugar el acontecimiento u otros lugares de la ciudad habilitados al efecto. (Circuito colombino)
Aparte de la cartelería promocional, hay una larga tradición de cartelería de propaganda política, que se utiliza con profusión a lo largo de las campañas electorales, donde impresos de todo tamaño (folletos, carteles y vallas publicitarias) divulgan las fotos de los aspirantes, el logotipo de los partidos y los eslóganes electorales.
El cartelismo político fue singularmente importante en la primera mitad del siglo veinte, sobre todo durante el periodo de entreguerras (1914-mil novecientos dieciocho). El cartelismo bélico fue muy usado en ambas guerras mundiales.
Póster es una palabra castellana de origen inglés (poster, sin tilde), admitida en el DRAE como término para referirse a los carteles que han perdido su inicial función promocional para administrar únicamente como medio de expresión artística.
Como cartel colombino, un póster está, diseñado para ser puesto en una pared o bien en una superficie vertical.
En él se incluyen imágenes de cualquier tipo (grabados, dibujos o pinturas de cualquier técnica, fotografías, etcétera), elementos gráficos y textos (cuya predisposición y tipografía tienen una función importante).
Primordialmente son y han sido un medio de propaganda, queja y para lanzar mensajes de todo tipo. También son utilizados para reproducir obras artísticas, resultando en una forma económica de decoración, que transforma a las obras de arte más conocidas en objetos de consumo de masas. Otros sirven como educación en el entorno escolar.
Los carteles y pósteres viejos o bien creados por artistas de fama, alcanzan en el mercado altos precios, siendo de interés para el coleccionismo. Esto sirve para trabajos como descripciones de artistas conocidos
La enorme revolución del cartelismo llegó con la aplicación de la litografía y la utilización del color, que permitieron ilustrar de una manera vibrante y con mayor fuerza.
En la década de mil novecientos sesenta, con el pop art, los movimientos contraculturales y juveniles, se utilizaron extensamente los carteles y pósteres.
Desde la Primera Guerra Mundial los carteles de reclutamiento y de publicidad política se volvieron muy comunes, y muchos impactaron en las conciencias nacionales, como el estadounidense I Want You (El Tío Sam te precisa), o el británico Loose Lips Sink Ships (Hablar sin cuidado hunde barcos), que advertía de los espías.
Los totalitarismos del periodo de entreguerras (Unión Soviética, Italia fascista, Alemania nazi) usaron el cartel como un medio eficaz de adoctrinamiento de la población. La guerra civil española presenció una superación creativa de cartelistas en los dos bandos.
Las imágenes de pin-ups anónimas o conocidas, como Betty Grable y Jane Russell, se reproducían aun como decoración de bombas y aeroplanos durante la S. Guerra Mundial, con la intención de elevar la ética de los soldados.
Convertidas en pósteres (cheesecake poster o "póster de queso"), pasaron a ser un objeto de consumo adolescente en las décadas siguientes, si bien para la época de la Guerra de Vietnam ya había decaído su empleo bélico.
En su vertiente civil, vinculada al fenómeno fan, siguieron siendo comunes hasta la década de 1980 con las estrellas de la TV de EEUU.
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