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Sobre el Cartel de las ferias colombinas de 1999 y la historia de los carteles por lo general.
El Cartel de las ferias colombinas de 1999 de es un soporte de la publicidad. Se basa en una laminilla de papel, cartón o bien otro elemento que se imprime con algún género de mensaje visual (texto, imágenes y todo tipo de recursos gráficos) que sirve de anuncio para propagar una información o promocionar un producto, un evento, una reivindicación o cualquier género de causa.
Acostumbran a ser parte de una campaña de publicidad más amplia. Si son de gran tamaño se llaman valla publicitaria.
En distribución, los carteles de las fiestas colombinas de 1999 se ponen tanto en el interior de un local comercial como en su exterior o en el escaparate, con el fin de anunciar las fiestas y atracciones previstas en el año en desarrollo.
Los carteles también se usan para poner el nombre de departamentos y secciones con el objetivo de orientar a la clientela. En ambos casos, suelen incluir el logotipo y los logos corporativos de la cadena de comercialización.
Los carteles se usan en el marketing para divulgar y respaldar campañas comerciales dentro del establecimiento (como las rebajas o bien promoción de todo tipo).
En general, se colocan pegados en las paredes, muebles o cabeceras de góndola, sobre pies metálicos o colgados del techo.
Los carteles también sirven para anunciar espectáculos o bien eventos culturales (conciertos, recitales, encuentros deportivos, películas de cartel cinematográfico, obras de teatro, ferias colombinas, exposiciones o cartel taurino.
En tales casos, se encolan en las paredes de las construcciones donde tendrán lugar el acontecimiento o bien otros lugares de la ciudad habilitados al efecto. (Circuito colombino)
Además de la cartelería promocional, hay una larga tradición de cartelería de propaganda política, que se usa con profusión durante las campañas electorales, donde impresos de todo tamaño (folletos, carteles y vallas publicitarias) difunden las fotos de los candidatos, el logotipo de los partidos y los eslóganes electorales.
El cartelismo político fue especialmente esencial en la primera mitad del siglo veinte, sobre todo a lo largo del periodo de entreguerras (1914-1918). El cartelismo bélico fue muy utilizado en las dos guerras mundiales.
Póster es una palabra española de origen inglés (poster, sin tilde), admitida en el DRAE como término para referirse a los carteles que han perdido su inicial función promocional para servir solamente como medio de expresión artística.
Como cartel colombino, un póster está, diseñado para ser puesto en una pared o bien en una superficie vertical.
En él se incluyen imágenes de cualquier clase (grabados, dibujos o pinturas de cualquier técnica, fotografías, etcétera), elementos gráficos y textos (cuya predisposición y tipografía tienen una función importante).
Principalmente son y han sido un medio de publicidad, protesta y para lanzar mensajes de todo tipo. Asimismo son utilizados para reproducir obras artísticas, resultando en una forma económica de decoración, que convierte a las obras de arte más conocidas en objetos de consumo de masas. Otros sirven como educación en el ambiente escolar.
Los carteles y pósteres antiguos o bien creados por artistas de fama, alcanzan en el mercado altas cotizaciones, al ser de interés para el coleccionismo. Esto sirve para trabajos como descripciones de artistas famosos
La enorme revolución del cartelismo llegó con la aplicación de la litografía y la utilización del color, que permitieron ilustrar de una forma vibrante y con mayor fuerza.
En la década de 1960, con el pop art, los movimientos contraculturales y juveniles, se usaron ampliamente los carteles y pósteres.
Desde la Primera Guerra Mundial los carteles de reclutamiento y de publicidad política se volvieron muy frecuentes, y muchos impactaron en las conciencias nacionales, como el estadounidense I Want You (El Tío Sam te precisa), o bien el británico Loose Lips Sink Ships (Charlar sin cuidado hunde barcos), que advertía de los espías.
Los totalitarismos del periodo de entreguerras (Unión Soviética, Italia fascista, Alemania nazi) emplearon el cartel como un medio eficiente de adoctrinamiento de las masas. La guerra civil española presenció una emulación creativa de cartelistas en ambos bandos.
Las imágenes de pin-ups anónimas o conocidas, como Betty Grable y Jane Russell, se reproducían aun como decoración de bombas y aeroplanos a lo largo de la S. Guerra Mundial, con la intención de elevar la ética de los soldados.
Transformadas en pósteres (cheesecake poster o bien "póster de queso"), pasaron a ser un objeto de consumo de jóvenes en las décadas siguientes, aunque para la época de la Guerra de Vietnam ya había disminuido su empleo bélico.
En su vertiente civil, vinculada al fenómeno fan, continuaron siendo comunes hasta la década de mil novecientos ochenta con las estrellas de la televisión estadounidense.
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