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Sobre el Cartel de las ferias colombinas de 1989 y la historia de los carteles por norma general.
El Cartel de las ferias colombinas de 1989 de es un soporte de la publicidad. Se basa en una lámina de papel, cartón u otro elemento que se imprime con algún género de mensaje visual (texto, imágenes y todo género de recursos gráficos) que sirve de anuncio para propagar una información o promocionar un producto, un evento, una reivindicación o cualquier clase de causa.
Acostumbran a ser parte de una campaña publicitaria más amplia. Si son de gran tamaño se llaman valla promocional.
En distribución, los carteles de las fiestas colombinas de 1989 se ponen tanto dentro de un lugar comercial como en su exterior o bien en el escaparate, con el fin de anunciar los espectáculos y atracciones previstas en el año en desarrollo.
Los carteles también se utilizan para poner el nombre de departamentos y secciones con el fin de orientar a la clientela. En los dos casos, suelen incluir el logotipo y los logos corporativos de la cadena de comercialización.
Los carteles se emplean en la mercadotecnia para divulgar y respaldar campañas comerciales en el establecimiento (como las rebajas o bien promoción de todo tipo).
Generalmente, se colocan pegados en las paredes, muebles o bien cabeceras de góndola, sobre pies metálicos o colgados del techo.
Los carteles asimismo sirven para anunciar espectáculos o eventos culturales (conciertos, recitales, encuentros deportivos, películas de cartel cinematográfico, obras teatrales, ferias colombinas, exposiciones o bien cartel taurino.
En tales casos, se encolan en las paredes de los edificios donde van a tener sitio el acontecimiento o bien otros lugares de la urbe habilitados al efecto. (Recinto colombino)
Aparte de la cartelería promocional, hay una larga tradición de cartelería de publicidad política, que se utiliza con profusión a lo largo de las campañas electorales, donde impresos de todo tamaño (folletos, carteles y vallas publicitarias) difunden las fotos de los aspirantes, el logo de los partidos y los eslóganes electorales.
El cartelismo político fue singularmente importante en la primera mitad del siglo XX, sobre todo durante el periodo de entreguerras (1914-1918). El cartelismo bélico fue muy empleado en las dos guerras mundiales.
Póster es una palabra española de origen inglés (poster, sin tilde), admitida en el DRAE como término para referirse a los carteles que han perdido su inicial función publicitaria para servir solamente como medio de expresión artístico.
Como cartel colombino, un póster está, desarrollado para ser puesto en una pared o bien en una superficie vertical.
En él se incluyen imágenes de cualquier tipo (grabados, dibujos o pinturas de cualquier técnica, fotografías, etc.), elementos gráficos y textos (cuya disposición y tipografía tienen una función esencial).
Principalmente son y han sido un medio de propaganda, queja y para lanzar mensajes de todo tipo. También son usados para reproducir obras artísticas, resultando en una forma económica de decoración, que transforma a las obras de arte más conocidas en objetos de consumo de masas. Otros sirven como educación en el entorno escolar.
Los carteles y pósteres viejos o creados por artistas de fama, alcanzan en el mercado altos precios, siendo de interés para el coleccionismo. Esto sirve para trabajos como descripciones de artistas conocidos
La gran revolución del cartelismo llegó con la aplicación de la litografía y la utilización del color, que dejaron ilustrar de un modo vibrante y con mayor fuerza.
En la década de mil novecientos sesenta, con el pop art, los movimientos contraculturales y juveniles, se usaron ampliamente los carteles y pósteres.
Desde la Primera Guerra Mundial los carteles de reclutamiento y de propaganda política se volvieron muy frecuentes, y muchos impactaron en las conciencias de la nación, como el estadounidense I Want You (El Tío Sam te necesita), o el británico Loose Lips Sink Ships (Hablar sin cuidado hunde navíos), que advertía de los espías.
Los totalitarismos del periodo de entreguerras (Unión Soviética, Italia fascista, Alemania nacionalsocialista) emplearon el cartel como un medio eficiente de adoctrinamiento de las masas. La guerra civil española presenció una emulación creativa de cartelistas en ambos bandos.
Las imágenes de pin-ups anónimas o bien conocidas, como Betty Grable y Jane Russell, se reproducían aun como decoración de bombas y aviones durante la Segunda Guerra Mundial, con el fin de elevar la ética de los soldados.
Transformadas en pósteres (cheesecake poster o "póster de queso"), pasaron a ser un objeto de consumo de jóvenes en las décadas siguientes, si bien para la temporada de la Guerra de Vietnam ya había disminuido su empleo bélico.
En su parte civil, vinculada al fenómeno fan, prosiguieron siendo comunes hasta la década de 1980 con las figuras de la T.V. de EEUU.
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