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Sobre el Cartel de las fiestas colombinas de 1986 y la evolución de los carteles generalmente.
El Cartel de las ferias colombinas de 1986 de es un medio de la publicidad. Se basa en una lámina de papel, cartón u otro elemento que se graba con algún tipo de mensaje visual (texto, imágenes y todo tipo de recursos gráficos) que sirve de noticia para difundir una información o promocionar un servicio, un evento, una reivindicación o cualquier tipo de causa.
Acostumbran a formar parte de una campaña de publicidad más amplia. Si son de importante tamaño se denominan valla publicitaria.
En distribución, los carteles de las fiestas colombinas de 1986 se colocan tanto dentro de un lugar comercial como en su exterior o bien en el escaparate, con la intención de anunciar las fiestas y atracciones previstas en el año en curso.
Los carteles asimismo se emplean para colocar el nombre de departamentos y secciones con el fin de orientar a la clientela. En los dos casos, acostumbran a incluir el logotipo y los logos corporativos de la cadena de comercialización.
Los carteles se emplean en el marketing para difundir y apoyar campañas comerciales dentro del establecimiento (como las rebajas o bien promoción de todo tipo).
En general, se colocan pegados en las paredes, muebles o bien cabeceras de góndola, sobre pies metálicos o bien suspendidos del techo.
Los carteles también sirven para anunciar espectáculos o bien acontecimientos culturales (conciertos, recitales, encuentros deportivos, películas de cine, obras de teatro, ferias colombinas, exposiciones o cartel taurino.
En tales casos, se encolan en las paredes de las construcciones donde van a tener sitio el evento o bien otros lugares de la urbe habilitados al efecto. (Recinto colombino)
Aparte de la cartelería promocional, hay una larga tradición de cartelería de propaganda política, que se usa con profusión a lo largo de las campañas electorales, donde impresos de todo tamaño (folletos, carteles y vallas promocionales) divulgan las fotografías de los candidatos, el logo de los partidos y los eslóganes electorales.
El cartelismo político fue singularmente esencial en la primera mitad del siglo veinte, sobre todo a lo largo del periodo de entreguerras (mil novecientos catorce-1918). El cartelismo bélico fue muy utilizado en las dos guerras mundiales.
Póster es una palabra española de origen inglés (poster, sin tilde), aceptada en el DRAE como término para referirse a los carteles que han perdido su inicial función promocional para administrar únicamente como medio de expresión artístico.
Como cartel colombino, un póster está, desarrollado para ser puesto en una pared o bien en una superficie vertical.
En él se incluyen imágenes de cualquier tipo (grabados, dibujos o pinturas de cualquier técnica, fotografías, etcétera), elementos gráficos y textos (cuya predisposición y tipografía tienen una función esencial).
Principalmente son y han sido un medio de publicidad, protesta y para lanzar mensajes de todo tipo. Asimismo son usados para reproducir obras artísticas, resultando en una forma económica de decoración, que convierte a las obras de arte más famosas en objetos de consumo de masas. Otros sirven como educación en el entorno escolar.
Los carteles y pósteres viejos o creados por artistas de fama, alcanzan en el mercado altos precios, siendo de interés para el coleccionismo. Esto sirve para trabajos como descripciones de artistas famosos
La gran revolución del cartelismo llegó con la aplicación de la litografía y la utilización del color, que permitieron ilustrar de una forma vibrante y con mayor fuerza.
En la década de mil novecientos sesenta, con el pop art, los movimientos contraculturales y juveniles, se emplearon ampliamente los carteles y pósteres.
Desde la Primera Guerra Mundial los carteles de reclutamiento y de publicidad política se volvieron muy comunes, y muchos persistieron en las conciencias nacionales, como el estadounidense I Want You (El Tío Sam te precisa), o el británico Loose Lips Sink Ships (Hablar sin cuidado hunde barcos), que advertía de los espías.
Los totalitarismos del periodo de entreguerras (Unión Soviética, Italia fascista, Alemania nazi) utilizaron el cartel como un medio eficaz de adoctrinamiento de las masas. La guerra civil de España presenció una superación creativa de cartelistas en los dos bandos.
Las imágenes de pin-ups anónimas o conocidas, como Betty Grable y Jane Russell, se reproducían aun como decoración de bombas y aviones durante la Segunda Guerra Mundial, con la intención de elevar la ética de los soldados.
Convertidas en pósteres (cheesecake poster o bien "póster de queso"), pasaron a ser un objeto de consumo adolescente en las décadas siguientes, aunque para la época de la Guerra de Vietnam ya había disminuido su empleo bélico.
En su parte civil, vinculada al fenómeno fan, prosiguieron siendo comunes hasta la década de mil novecientos ochenta con las estrellas de la TV de Estados Unidos.
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